Anna de Codorníu, el cava más emblemático de la firma y uno de los espumosos de referencia a nivel mundial, presenta su nueva versión más especial: Dulce Anna. Este nuevo cava mantiene en espíritu la esencia de Anna de Codorníu y se compone del mismo coupage: predominantemente Chardonnay con un toque de las tres variedades tradicionales: Macabeo, Xarel.lo, Parellada, pero es dulce.
Esta versión de Anna de Codorníu es un cava de lo más versátil, perfecto para disfrutar durante las calurosas noches de verano. Además de ser ideal para cócteles, Dulce Anna marida a la perfección con aperitivos a base de quesos, con cocinas asiáticas e incluso picantes, con postres y pásteles, y con infinidad de muchos otros platos.
Este lanzamiento responde a la voluntad de la marca de llevar al cava a distintos momentos de consumo y a nuevos consumidores. Según Guillem Graell, director de marketing de Codorníu Raventós: “Existe una tendencia clara en España de disfrutar de espumosos más dulces, que los convierte en productos mucho más versátiles y permite su consumo con un amplio abanico de gastronomías, cócteles y combinados. Si nuestros seguidores exploran estos momentos de consumo, tenemos la obligación de ofrecerles un cava que se adapte a ellos”.
Bruno Colomer, enólogo de Codorníu, explica que “lo importante es la búsqueda del equilibrio. Hemos querido que Dulce Anna, aun siendo muy amable y goloso en el paladar, mantenga el frescor y la vivacidad tan característica de Anna de Codorníu”. Para ello, se han seleccionado uvas acordes al estilo de cava que se ha elaborado, procedentes de dos subregiones de la D.O. Cava, algo intrínseco que hace únicos los cavas de Codorníu. Por un lado, la variedad Chardonnay de Costers del Segre, que aporta el frescor, el cuerpo y la personalidad de Anna, y por otra parte, las variedades tradicionales de la región del Penedés, que aportan el equilibrio y la genialidad mediterránea.