Sabor Ibérico refuerza su propuesta gourmet con una colección de mermeladas artesanas ideales para maridar con quesos, ibéricos, platos fríos y aperitivos estivales.
En verano, los sabores ligeros y contrastados son los protagonistas indiscutibles. Conscientes de ello, desde Sabor Ibérico proponen un producto que aúna sencillez, calidad y versatilidad: mermeladas artesanas elaboradas con fruta de origen nacional y sin aditivos, pensadas no solo como acompañamiento, sino como un recurso creativo para platos fríos, tablas de quesos o snacks gourmet. Una forma de incorporar el sabor dulce a la cocina estival sin renunciar a la autenticidad ni al valor del producto local.
Fruta, origen y tradición: así se elabora una mermelada con identidad
Las mermeladas de Sabor Ibérico se producen en pequeños lotes con fruta de temporada seleccionada por su calidad y trazabilidad. Ciruela Reina Claudia, tomate, higo o naranja amarga son algunas de las variedades disponibles, cocinadas a fuego lento siguiendo técnicas tradicionales y sin conservantes ni colorantes añadidos.
El resultado es una mermelada con textura natural, sabor intenso y una composición simple: fruta, azúcar y tiempo. Cada tarro encapsula la esencia del producto de proximidad, en un formato que respeta la naturaleza del ingrediente y su capacidad para integrarse en recetas de todo tipo.
Estas referencias están disponibles tanto como producto individual como incluidas en las cestas gourmet personalizables de la marca, lo que las convierte en una opción funcional tanto para consumidores finales como para empresas, caterings y tiendas especializadas.
Más allá del desayuno: maridajes gourmet para el verano
Lejos del uso clásico en tostadas o bollería, las mermeladas artesanas de Sabor Ibérico encuentran su lugar natural en el universo del maridaje salado. Funcionan como acompañamiento de quesos de cabra, oveja curada o cremosos, así como de foie, jamón ibérico, cecina y otros embutidos de intensidad media-alta.
También se integran con facilidad en propuestas de cocina fría: vinagretas dulces, canapés, ensaladas con fruta o como base de salsas para carnes a la plancha. Su textura equilibrada permite dosificar el dulzor sin saturar, generando contrastes elegantes y bien definidos en cada plato.
Estas cualidades hacen de la mermelada un recurso versátil para hostelería, caterings y espacios gastronómicos que buscan introducir un toque diferencial sin complicaciones. Su formato cuidado y su perfil organoléptico la posicionan como una opción natural para crear experiencias de sabor contemporáneas sin artificios.
Un producto de pequeño formato con gran valor gastronómico
Sabor Ibérico continúa construyendo su universo de productos sobre los mismos valores: calidad, origen, autenticidad y sostenibilidad. Las mermeladas encajan en este relato como un complemento que eleva la experiencia del cliente sin robar protagonismo al producto principal. Su formato, estética visual y composición las convierten también en un regalo ideal o detalle gastronómico para celebraciones y eventos.
Además de su venta en tienda física y online, las mermeladas se integran en propuestas corporativas y packs estacionales junto a quesos, embutidos o vinos seleccionados, lo que permite a empresas y organizadores de eventos crear soluciones gourmet adaptadas al contexto estival.
