Un nuevo postre de la familia Pinky® viene a endulzar la temporada
- Bracito Pinky: un clásico delicioso con una cobertura irresistible.
- Lo mejor de dos pastelitos de éxito, con cero grasas hidrogenadas.
La vida puede ser color de rosa si la saboreas con Dulcesol®. La firma repostera quiere echarte una mano para convertir el mundo en un lugar más dulce con su delicioso Bracito Pinky, la versión más alegre y caprichosa de este pastel que lleva años encandilando a los “dulcesoleros”. ¡Prepárate para conocer la “vie en rose” según Dulcesol®!.
 |
Ante una realidad gris, Dulcesol® tiene una filosofía: go Pinky! Porque las cosas siempre son del color de las gafas con que se miran, la marca especialista en elaborar modernas versiones de los postres más añorados de nuestra infancia lo ha vuelto a hacer: funde dos bizcochos en uno gracias a su fabulosa cobertura Pinky, que transforma todo lo que toca en un tobogán de sensaciones. Ahora lo hace con su riquísimo Bracito, al que conocíamos en sus sabores de nata y trufa, y que entra en una nueva dimensión de sabor como Bracito Pinky®.
Este es el último miembro de la familia Pinky, a la que da nombre el primer pastelito rosa de la firma, famoso por su coqueto color y, cómo no, por su esponjoso relleno con una increíble crema de nata. Tal es su predicamento que la “marea rosa” ha ido alcanzando otros productos de Dulcesol®, como las Chapelas y los Soles®.
Ahora, el famoso bizcocho enrollado viene a revolucionar las meriendas con una explosión de nata y nada de grasas hidrogenadas ni sus trans asociadas, como viene siendo la norma de Grupo Dulcesol desde 2010 en su gama de bollería. Además, Bracito Pinky® es muy económico: se vende en surtido –por unidad- y en paquetes de 1€.
Atrévete a darle a tu descanso del café o del recreo otro color y ¡tíñelo de Pinky!
