Los Vinos Singulares de Viña Pomal amplían su gama de edición limitada este 2016 con dos vinos blancos: un tempranillo reserva y uno de variedad casi extinguida en la zona, la maturana. Como su nombre claramente indica los Vinos Singulares son fruto de la experimentación y la inquietud por mejorar e innovar en la elaboración de los vinos del equipo de Bodegas Bilbaínas.
Los dos nuevos blancos se unen a los otros dos tintos de la colección, lanzados en 2012, compuesta por un garnacha y un graciano. Los Vinos Singulares de Viña Pomal son el resultado de años de esfuerzo del equipo de la centenaria bodega riojana por plasmar la singularidad de cada uva y cada terruño.
Los cuatro vinos de la colección son fruto de microvinificaciones de parcelas únicas, originados tras probar nuevas variedades, nuevas microzonas y tras la experimentación de la que se benefician el resto de gamas de Bodegas Bilbaínas. Todos son vinos de edición limitada, de aquellas variedades que el enólogo de Viña Pomal, Diego Pinilla, considera que poseen la calidad óptima para sorprender en el mercado. La variedad tempranillo blanco se encontró hace unos años como una alteración natural del tempranillo tinto, localizada en 1988 en Murillo del Río Leza. Recientemente se autorizó su plantación, y por eso en Viña Pomal han querido empezar a estudiar su potencial. La consideran una variedad adecuada para zonas frescas, con una maduración precoz. “A la expresión fresca de flores blancas y cítricos, sumamos la complejidad del envejecimiento en barricas de roble “indica el enólogo Diego Pinilla.
Tras la maceración de 8 horas con los hollejos, se lleva a cabo la fermentación en barrica (15 ºC), trabajando con batoneados durante los primeros 4 meses. Tiene una crianza total de 12 meses en barricas de roble francés nuevo y americano de un uso y una crianza mínima en botella de 12 meses. El consejo del enólogo: “un vino que mejorará en botella por varios años”. Edición limitada a 900 botellas.
A la maturana blanca también se la conoce por el nombre de ribadavia. Se aprobó su uso en la DOCa Rioja en 2007, aunque es la variedad más antigua de la que se tiene conocimiento escrito en Rioja, pues se cita ya en 1622 y parecía casi extinguida en la zona. Es una variedad de buena fertilidad, presenta un racimo pequeño y bayas elípticas, también de tamaño pequeño. Es precoz en su desarrollo, y es destacable por su bajo pH, con alto contenido en ácido tartárico y bajo en potasio.
La fermentación es espontánea en barricas de roble americano nuevas. Trabajo de lías durante 3 meses. Posteriormente se crió en roble francés durante 4 meses. Edición limitada a 1.500 botellas.