En la última plantación de caña de Azúcar que sobrevive en España, y la única de Europa, ubicada en Motril Granada, Ron Occidens comenzó hace cuatro años a elaborar un ron agrícola, completamente artesanal, y ahora, cuatro años después, presenta su primera edición, exclusiva de 3.000 botellas numeradas.
Occidens es el resultado de una romántica idea de elaborar un producto clásico de manera diferente, con un control absoluto del proceso de producción que comienza, cada temporada, en la plantación de la caña de azúcar, donde se reconoce el terruño; continúa en la Zafra y sigue, en un paso a paso lento y tranquilo, con el fin de preservar los aromas vegetales y conservar todos sus matices, entre ellos los de las notas marinas, que provienen de su cercanía con el Mediterráneo.
Ron Occidens controla todas las etapas de producción desde la recogida de la caña – en primavera– al desbroce de la plantación, realizados de manera manual.
El proceso de extracción–molturación– se obtiene mediante presión en frío para mantener las cualidades organolépticas del zumo y tras este primer paso se inicia la fermentación y el jugo puro de la caña permanece en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada.
En las últimas fases del proceso el jugo fermentado se destila en columnas que potencian en el ron el carácter del terreno y las variedades históricas de la caña y finalmente envejece en crianzas estáticas de diferentes tipos de barricas -vinos de Pedro Ximénez, Jerez y blancos de La Rioja- que confieren al ron un color, aroma y sabor distintivo. Para este proyecto Occidens trabaja y conserva los campos de cultivo de Motril, al sur de la provincia granadina.
Allí, replanta las variedades históricas de la caña y recupera la tradición milenaria del cultivo de caña de azúcar de la zona, una plantación con más de mil años de historia. Los árabes introdujeron en el año 754 este cultivo–procedente de Egipto– y en 1943, Cristóbal Colón llevó la caña de azúcar de esta zona a América, donde su cultivo se ha generalizado en los últimos años, mientras que en España y Europa desaparecía casi por completo.
Acompañado este proceso por la coordinación del enólogo Alberto Pedrajo, Ron Occidens tiene a la vista un color ámbar brillante con reflejos cobrizos, en nariz la primera impresión solas notas marinas yodadas que dan paso a una explosión floral en la que aparecen de forma discreta, toques de cascara de naranja seca, frutos secos y especiados.
Ya en boca, reaparecen las notas marinas y florales con un ligero tostado. Es un ron profundo e intenso, de retrogusto afrutado con matices de la crianza que dan protagonismo al ron y no a la crianza.