La marca nace con ocho referencias de sabores bajo el brazo para deleitar a los paladares más exigentes
Diávola, Tartufata, Bianca, Vegetale, Siciliana, Barbecue, Provoleta y Capricciosa son las pizzas que acompañan al nacimiento de la marca ‘Que la haga Rita’. La clave de todas sus referencias radica en la auténtica textura esponjosa y crujiente de la masa estilo napolitana, que se logra gracias a la mezcla única de harinas italianas de diferentes cereales y una fermentación de 72 horas, que las convierten en un verdadero homenaje a la tradición culinaria italiana.
Rita, es un personaje de ficción que representa a la marca y que encarna los valores que tenía la cocina de antaño, donde el tiempo, el mimo por los pequeños detalles, y el respeto a la tradición, eran la clave obtener unos platos inigualables. En “Que la haga Rita” el protagonista es el producto, todo lo demás, procesos, ingredientes, proveedores, se adaptan para mantener estos valores intactos.
Cada pizza utiliza aceite de oliva virgen extra, tomates italianos seleccionados y mozzarella 100% pura, que se combinan con los ingredientes de calidad presentes en cada una de las referencias. La base de la pizza, se forma en frío mediante un sistema de rodillos, simulando las manos del pizzero, llevando el aire del interior de la masa, desde el centro de la misma, al borde. Posteriormente, un último estirado a mano le da el toque artesanal, definitivo que caracteriza a RITA, tal y como se hace en las mejores pizzerías.
Una ver formada, la base junto con el tomate se cuece en un horno de piedra a más de 400 grados de temperatura, para poder obtener un borde muy alveolado y ligero, antes de entrar en el proceso de ultracongelación. La criogenización, es el mejor método de congelación que existe, ya que mantiene todas las propiedades nutritivas intactas y todo su sabor original.
‘Que la haga Rita’ apuesta de manera decidida por la calidad, la artesanía y el respeto a la pizza bien hecha, con lo que aspira a posicionarse como la mejor pizza Gourmet congelada del mercado. Con el fin de satisfacer la creciente demanda de consumidores preocupados por la calidad de los alimentos que consumen, RITA no añade a sus pizzas conservantes ni aditivos, y vela por que los toppings que utiliza sean también lo más naturales posible. De este modo, ofrecen una opción más saludable a la hora de disfrutar de un auténtico bocado de restaurante italiano en la comodidad de tu casa.
La marca cuenta con una inversión de más de 2 millones de euros por parte de Tía Rita S.L. a través del Family Office Cianpino Capital en su nueva fábrica, que cuenta con una capacidad productiva de más de 15.000 pizzas diarias. Esta planta productiva, según Luis Miguel Romero, uno de los socios fundadores “es una rara avis en el sector, ya que no solo es capaz de fabricar pizzas congeladas y refrigeradas, sino que se ha configurado en un perfecto equilibrio entre lo industrial y lo artesanal, combinando una gran capacidad de producción con procesos manuales como el estirado de la masa o el reparto del tomate y los toppings”. Además, a esto se le suma que sus grandes cámaras permiten “poder realizar una triple fermentación de la masa durante 72 horas”. Todo esto dota a la fábrica de “unas capacidades especiales que la hacen poseer unas características únicas para desarrollar sus productos con la máxima calidad”.
Así, según declara Luis Miguel, los pilares que sustenta este nuevo proyecto son la fabricación artesanal, el respeto por el tiempo y la triple fermentación de 72 horas y por los ingredientes de primera calidad. Y que cualquier crecimiento proyectado por parte de la compañía deberá sustentarse en esos mismos principios.
Actualmente Tía Rita ya se encuentra en conversaciones con los más importantes retailers de España, fruto de su plan de implantación, no solo para la venta de “Que la haga Rita”, sino también para la fabricación de la marca de distribución de varias de ellas.