El enólogo francés Claude Gros ha presentado Oinoz, la nueva marca de vinos de Bodega Carlos Moro en un evento celebrado esta mañana en el Restaurante La Bodega de Los Secretos, ubicado en la bodega de producción más antigua de Madrid.
Con un nombre que hace referencia al origen del vino, nace esta marca de Rioja que comprende dos vinos tintos,Oinoz Crianza y Oinoz by Claude Gros, el vino tinto de tipo de reserva que el prestigioso enólogo define como “un vino elegante con raíces borgoñonas”.
El término “Oinoz” tiene un relato simbológico: es uno de los nombres que recibió un primitivo zumo de uva fermentado que puede ser considerado como el origen del vino. La historia sitúa su origen en los países vecinos del Mare Nostrum, lo que hoy en día conocemos como Mar Mediterráneo.
Este nuevo Rioja “Oinoz by Claude Gros 2014” es un vino elaborado con uvas 100% Tempranillo, que presenta una capa muy cubierta y un color cardenal oscuro con tonos amoratados. Proviene de viñedos viejos de hasta casi 80 años, cultivados con mimo en San Vicente de la Sonsierra y Labastida y con una producción muy limitada. Criado en barricas seleccionadas por el propio enólogo francés exclusivamente nuevas durante dieciocho meses. Muy elegante y con aromas de fruta roja madura como zarzamora y sutiles toques de frutos negros que conviven en perfecta armonía con los aromas procedentes de la crianza en barrica, como claro, pimienta negra, chocolate, tofe y maderas nobles.
Por su parte, Oinoz Crianza 2014 es un vino que procede de viñedos en vaso y se caracteriza por su finura y elegancia. Se trata de un tinto con un atractivo color cardenal oscuro con tonos violáceos, desprende aromas a fruta roja fresca y florales con especiados y recuerdos a las barricas de roble francés y americano en el que es criado. Se trata de un Rioja suave con una buena y medida acidez y una agradable sensación final. Este vino ya ha cosechado éxitos como su reciente Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Bruselas 2017.
El enólogo francés Claude Gros (Perpignan, 1963) tiene una amplísima experiencia en el campo de la viticultura. Desde muy pequeño estuvo ligado al vino, ya que como él mismo reconoce, con 15 años ya cataba vino junto a su padre.
Formado en Montpellier, su mayor éxito ha sido crear su propia bodega, Languedoc del Clos des Truffiers, que elaboró un vino que alcanzó 100 puntos en la lista de Robert Parker en 2001.
Desde hace quince años está ligado a Bodegas Familiares Matarromera, asesorando a la bodega en la elaboración de sus vinos más reconocidos, entre ellos el icónico ‘Pago de las Solanas’ de Matarromera, el de más alta gama.