Es posiblemente uno de los rosados más asombrosos de la Ribera del Duero y, por su carácter, cautivará también a los amantes de los tintos. Es el nuevo estilo de rosado de María Luisa Cuevas, que ha buscado un vino singular, moderno y con tipicidad, con un delicado y refinado color coral, pero densidad y estructura en la boca.
Un sutil trabajo sobre lías y fermentación parcial realizada en barrica aportan ese cuerpo y aromas tan cautivadores que apreciamos en este Ferratus Rosado 2020.
Una botella de plástico Descripción generada automáticamente con confianza mediaFerratus Rosado 2020 ha sido elaborado con uva 100%.
Tempranillo mediante sangrado efímero a baja temperatura que le aporta mucha más expresión de fruta al vino.
La uva procede de viñas de 20 años ubicadas a 860 metros de altitud.
La vendimia se realiza de forma manual en cajas de 14 kilos.
Notas de Cata
- De color coral, transparente, limpio y muy brillante.
- Fragante y delicado. Destacan aromas a fresa y cereza que se entremezclan con flores como el clavel, el geranio y la violeta y un fondo de laurel, clavo y pimienta rosa, que le dan ese carácter cautivador.
- Su boca es inusual, mucho más densa que otros rosados de su categoría, debido a que es un 100% tempranillo de sangrando y a su trabajo sobre lías. Acidez muy equilibrada, amable, corpulento y refrescante.
El Maridaje de Ferratus Rosado
- Solo, ideal como aperitivo o a media tarde.
- Embutidos con sabor y sin pimentón (mortadela de Bolonia, brezaola, jamón Ibérico, fuet, lomo, salchichas blancas como las de Baviera, butifarra, blanquet, longaniza).
- Quesos de pasta blanda y poca maduración (brie, torta del Casar, queso de la serena, quesos de cabra) y también ahumados.
- Cualquier plato con salsa de tomate (pasta, arroz, bacalao con tomate, lasaña, pizza).
- Cocinas exóticas ligeras (Asia, Tailandia, México, China, Japón).
La Cosecha 2020
Aún pendiente de calificar, la cosecha 2020 fue la tercera más productiva de la historia de la DO Ribera del Duero. Extraña y especialmente larga, la vendimia se dilató bastante debido a una meteorología cambiante. Pero la lluvia alternó con fuertes rachas de viento que airearon y secaron las plantas y tampoco afectó al proceso de maduración, por lo que el fruto llegó a la bodega en muy buen estado sanitario y punto de madurez.
Los vinos de la cosecha 2020, según las primeras catas realizadas, apuntan a vinos jóvenes frescos, con gran carga de color y aromas, aunque serán también grandes vinos de guarda.