En una pequeña finca, de esas que llaman de capricho, junto al Monte Yerga, nace LaLomba, “un diamante extraído de La Tierra que se eleva hasta el cielo” y recibe el nombre del viñedo. Se trata de un rosado, de estilo provenzal, delicado, elegante y sofisticado. Una joya especial que fluye desde un paraje singular.
Floral y sutil, con una cremosidad de suave tacto, este vino llega para brindar en momentos radiantes, antes paisajes de ensueño, junto amigos, con vistas al mar, en un “beach club”, en una terraza de moda de la ciudad o un picnic improvisado.
El diseño de su botella da protagonismo al color del vino. La ilustración que acompaña la etiqueta representa el sueño del hombre que busca un viñedo idílico donde crear joyas tan auténticas como ésta.
El vino está realizado a través de una vendimia manual de racimos en pequeñas cajas de 15 kgs, con uvas 90 % garnacha y 10 % viura refrigeradas y guardadas en frío durante 24 horas. Después de una selección óptica, obtienen las uvas desgranadas, enteras y en perfecto estado, de las que sacan el mosto mediante el método de sangrado tradicional por gravedad, sin prensado automático.
Transferido a depósitos de acero inoxidable al cabo de 24 horas se recoge un mosto limpio para fermentar veinte días a menos de 15º C para preservar los aromas más delicados. Finalmente, completada la fermentación, el vino es trasegado para una posterior maceración con las lías finas por espacio de un mes aproximadamente.
El resultado es único. Color suave rosáceo tono salmón. Aromas florales y sutiles se van definiendo en la nariz hasta componer una paleta de frutas rojas frescas, rosas y guindas. En boca entra ligero y jugoso expresando de nuevo su conjunto de flores y frutas con toques delicados de cítricos jugosos, armonizando en un final cremoso.
El término Lomba, que significa loma o ladera, proviene de una zona de Yerga donde se encuentra el viñedo. El entorno del viñedo está muy vinculado a su calidad: altitud, suelos poco profundos, factor límite de cultivo.
Aunque Ramón Bilbao llevaba elaborando vinos de uvas procedentes de este viñedo desde el año 2000, hasta 2015 no separa las parcelas y comienza a dar un tratamiento individualizado a los vinos. Nace entonces una nueva y selecta colección de tan solo 10.000 botellas.
