Bodegas Finca Allende presenta novedades: Gaminde 2015 y Mingortiz 2015, una nueva expresión del terroir lograda por el prestigioso enólogo Miguel Ángel de Gregorio, un auténtico mago a la hora de lograr la identificación total de sus vinos con el terruño.
El punto de partida de ambos vinoses el respeto que hay en Finca Allende hacia la vid y la tierra en la que se cultiva. No se utilizan herbicidas, sólo se usa abono orgánico y el laboreo es siempre con tracción animal. Se siguen los ciclos naturales de la planta, la vendimia es manual y hay una segunda selección de racimos a la entrada a bodega.
Para la elaboración de Gaminde y Mingortiz De Gregorio se decantó por un encube de racimos despalillados y no estrujados en tinas de roble francés, macerando en frío durante 6 días antes de la fermentación alcohólica y realizando lamaloláctica en barrica. Para la crianza seleccionó barricas bordelesas de roble francés nuevas durante 16 meses y el embotellado fue sin filtración ni clarificación.
Sin embargo, la expresión de cada pago es totalmente diferente y ésta es la habilidad de Miguel Ángel: conseguir la máxima expresión de cada uno de los vinos y demostrar esas sutiles diferencias.
La parcela de Gaminde es 100% tempranillo y fue plantada en 1942 en la localidad de Briones (La Rioja), a 500 metros de altitud. El suelo es arcilloso con gravas en profundidad.
De rojo picota intenso, de capa alta, con ribete cardenalicio. En nariz se detectan recuerdos de monte bajo y balsámicos, frutos negros y compota, unidos a recuerdos minerales. Sedosa entrada en boca que esconde taninos maduros y elegantes., armonía y equilibrio y un final de boca largo donde vuelve la picota madura con delicado amargor de chocolate y vainilla.
El Pago de Mingortiz fue plantado en 1964, también en el término municipal de Briones (La Rioja), a una altura de alrededor de 500 metros. El suelo es arcilloso calcáreo. La uva es también 100%.
Con un bonito color cereza negra. En nariz revela intensos aromas de fruta negra (arándanos, moras), envueltos en un perfume de especia dulce, como el anís. Buena estructura tánica con una textura de polvo de cacao. Al final el vino se alarga volviendo a mostrar un perfume de cereza madura y notas especiadas de la barrica, con ahumados y chocolate negro. Vino delicioso, profundo y de buena guarda.