Cuando en 2011 el ingeniero agrónomo Víctor Pérez Serrano dejó todo para embarcarse en la aventura de dirigir Finca La Torre, lo tuvo muy claro: destinaría todo su esfuerzo en conseguir elaborar el mejor aceite del mundo en una de las fincas con mayor tradición olivarera de nuestro país. Ahora, cinco campañas después y con sólo 35 años, Víctor puede sentirse orgulloso del trabajo realizado.
Rodeado de un equipo humano que “se ha convertido ya en una familia” y mimando una a una las más de 230 hectáreas de olivos de la finca, este ingeniero agrónomo apasionado del aceite ha logrado lo que ninguna otra almazara había conseguido hasta el momento: obtener durante cuatro años consecutivos el Premio Alimentos de España, el máximo reconocimiento en materia oleícola de nuestro país que otorga anualmente el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
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Un hito que no es fruto de la casualidad. Desde que Víctor tomara las riendas de este proyecto, Finca La Torre se ha convertido en sinónimo de calidad y rentabilidad, dos de las metas marcadas en su hoja de ruta. Calidad porque los aceites elaborados bajo la batuta de Víctor siempre son muy homogéneos y sacan lo mejor de cada aceituna. Esto lo consigue gracias a su firme apuesta por una producción 100% autónoma, ecosostenible y biodinámica y gracias también a una recolección temprana (siempre a principios de octubre) y a distintos esfuerzos en inversión para reducir los tiempos, tanto del transporte de la aceituna desde que es recolectada a la almazara como el del proceso de molturación.
Así, a pesar de que en esta campaña 2016-2017 se prevé una caída del 8% en la producción mundial debido a las condiciones climáticas adversas para el olivar, en Finca La Torre han logrado un año más un aceite que conserva el máximo potencial, antioxidantes naturales y frescura de la aceituna Hojiblanca, la estrella de la casa. El cuidado con el que tratan la aceituna en esta casa desde su recogida temprana hasta su molturación, hacen que el nuevo aceite Finca La Torre Selección Hojiblanca, pese a contar con un punto menos de intensidad y amargor, preserve su gran complejidad gracias a su gran variedad de matices, de elevada persistencia y de una gran armonía tanto en nariz como en boca.
Elaborado a base de aceitunas predominantemente verdes procedentes de los olivos centenarios de la finca, este AOVE presenta en nariz notas de hierba, hoja, tomatera y almendra verde y a otras frutas como manzana, alcachofa, cáscara de plátano y cítricos. En boca es ligeramente dulce de entrada y un picor progresivo y persistente pero muy equilibrado. Y es que, como indica Víctor, “un buen aceite no debe oler a aceite sino a algo fresco: hierbas, frutas…”.
Y en cuanto a la rentabilidad, el aceite de Finca La Torre está presente en la actualidad en más de 20 países como Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Canadá, Japón, EEUU y México, entre otros, Finca la Torre productora de cuatro monovarietales (Hojiblanca, Arbequina, Picudo y Cornicabra) todos ellos procedentes de agricultura ecológica y biodinámica, espera alcanzar el millón de euros de facturación en este 2016, un 30% en el mercado interior y un 70% en el mercado exterior. La almazara cuenta con una producción en torno a las 80 toneladas donde el precio medio del litro ronda los 16 euros.
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