A los pies del Castillo de Peñafiel, en el corazón de la Ribera del Duero, nació hace 30 años Bodegas Valpincia. Pertenece hoy a la tercera generación de una familia de emigrantes españoles, que comenzó a elaborar vinos en el Valle de Uco-Mendoza (Argentina) hace más de un siglo, y en la década del 2010 desembarcó en Ribera del Duero para desarrollar un proyecto de alta calidad y que hoy renueva su imagen.
Bodegas Valpincia pertenece al grupo “Vinos de la Luz”, un proyecto vitivinícola Internacional que se extiende en Argentina, España e Italia. En su incansable objetivo por elaborar vinos de la máxima calidad orientados a los gustos actuales del consumidor, la bodega acaba de incorporar a su equipo a Javier Gómez en la Dirección Comercial, profesional con más de dos décadas de experiencia en el sector.
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La nueva imagen de sus vinos, elaborados con la variedad Tempranillo, representan el buen hacer de la bodega, orden, equilibrio y elegancia representados en un logotipo moderno, legible y eje principal del renovado portfolio de vinos de Valpincia.
La máxima expresión de la Ribera del Duero
El nombre de la bodega deriva de Pintia que, a su vez, hace referencia a una antigua ciudad vaccea, situada en la pedanía de Padilla de Duero (Peñafiel), en la provincia de Valladolid.
Bodegas Valpincia es el ‘Pago’ que muestra la máxima expresión de la Ribera del Duero. Las instalaciones, con un diseño clásico y funcional, albergan una zona de elaboración en la planta principal y una bodega subterránea para la crianza y envejecimiento de los vinos en barricas seleccionadas, donde se encuentran en unas condiciones naturales perfectas de humedad y temperatura.
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