En pleno 2016, Londres sigue siendo una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Su ginebra, el icono de los espirituosos y Beefeater, su marca británica por excelencia.
Tras 150 años destilando en plena ciudad de Londres con una receta inalterable, Beefeater transforma su icónica botella a la expresión del cambio, a la moda, al Londres actual y, por supuesto, al Londres futuro.
Su clásica transparencia sigue siendo parte de la esencia de la botella del espirituoso, pero esta vez, con un toque de los más urbano. Si observamos la botella de frente apreciaremos claramente un skyline de Londres con los elementos más emblemáticos de la ciudad: London Bridge, Big Ben, la icónica noria London Eye o The City of London, entre otros. Todos ellos recorridos por el extraordinario río Támesis que divide la ciudad.
Una nueva imagen que representa el carácter y el espíritu del cambio.