IBSA, la marca de conservas vegetales, ha descubierto la fórmula secreta para cocinar recetas de salsa de tomate tan ricas y sabrosas como las que preparamos en casa, con el plus añadido que da la comodidad de lo envasado. Las claves del éxito son: cuidado y mimo en el trato al producto, selección exhaustiva a la hora de elegir las materias primas y un proceso de elaboración y envasado completamente artesanal. El resultado, un tomate frito como el que harías en casa, porque IBSA tiene productos sanos y equilibrados capaces de conquistar hasta a los paladares más exigentes.
En base a esto, IBSA comercializaba dentro de su surtido su fritada de tomate, sofrito de tomate y su pisto, tres productos fieles al auténtico sabor de toda la vida. Ahora, en su afán por mejorar y ofrecer los productos más sabrosos y saludables, IBSA ha ampliado su repertorio lanzando su fritada enriquecida con calcio, su tomate frito 5% AOVE, que está disponible en dos tamaños, 350g y 530g; y su tomate frito 15% aceite de oliva virgen extra. En todas ellas se puede encontrar un punto en común, el sabor genuino que le aportan sus ingredientes de primera calidad y que mantienen todas sus propiedades gracias a su particular sistema de envasado y conservación.
Estas salsas de tomate, fruto de un exhaustivo proceso de selección entre los mejores tomates frescos de la cosecha y de las recetas caseras más cuidadas, son un claro ejemplo de cómo unir las mejores materias primas y el saber hacer tradicional da resultados óptimos.
Para preservar por completo todo el sabor y las propiedades naturales de sus materias primas, todo el surtido de IBSA es envasado de forma artesanal. Además, sus productos prescinden en su elaboración de conservantes y colorantes y son aptos para celiacos.
Pero IBSA no solo está comprometida con el consumidor. La empresa tiene una clara política de responsabilidad con el medioambiente en cada fase del proceso de producción. De hecho, cuenta con un sistema de reciclaje para dar salidas ecológicamente beneficiosas y estudia en sus centros de I+D la manera de aprovechar más eficazmente los recursos, reduciendo así el impacto medioambiental.