- La marca Casona La Lloraza responde a la apuesta de la compañía por favorecer y apoyar la producción y distribución de productos agroganaderos de calidad de origen local, bajo criterios de sostenibilidad.
- La cecina se elabora exclusivamente con ganado asturiano, de razas autóctonas y cebado y sacrificado en su totalidad en el Principado de Asturias.
La compañía asturiana Alimerka ha lanzado la cecina de buey Casona La Lloraza en exclusiva en una veintena de sus tiendas. Se trata del segundo producto de esta marca que la compañía está potenciando para comercializar productos agroganaderos de calidad y origen local, bajo criterios de sostenibilidad.
La finca que alberga esta producción (situada en Oles, Villaviciosa, Asturias) cuenta con un cebadero de terneros y bueyes. Este espacio nació con la voluntad de disponer de unas modernas instalaciones de producción de carne de vacuno certificada 100% asturiana y cría anualmente hasta 1.100 terneros y bueyes 100% asturianos en las mejores condiciones de alimentación, salud y confort físico y emocional.
Los animales se crían en libertad en esta finca durante cinco años a base de pastos naturales y, en su fase de engorde final de ocho meses, se alimentan con piensos naturales certificados por la Indicación Geográfica Protegida Ternera Asturiana, lo que convierte a su carne en un producto exquisito.
Las piezas más jugosas
Para la elaboración de esta cecina de buey certificada se seleccionan finalmente las mejores y más jugosas piezas como son la babilla y el centro de contra y, tras un período de curación y ahumado, el embutido se encuentra listo para su consumo. Este alimento cuenta con proteínas de alto valor biológico, así como con vitaminas y minerales como hierro, fósforo, potasio y calcio que aportan numerosos beneficios.
Un modelo respetuoso con el medio ambiente
La marca Casona La Lloraza debe su nombre a una casona tradicional asturiana de principios del siglo XX que se halla en la propia finca. El enclave rural, muy cerca de la ría de Villaviciosa (Asturias) y a menos de 2,5 km. del mar Cantábrico, cuenta con unas 40 hectáreas de terreno, donde el grupo Alimerka ya desarrolla desde el año 2016 su proyecto de cría de reses de vacuno mayor.
La finca cuenta en la actualidad con unas 30 hectáreas de pasto, cinco de ellas de bosque autóctono, conformado principalmente por roble, acebo y álamo. Este tipo de terrenos contribuyen en gran medida a la conservación de la biodiversidad de la zona, ya que sirven de hábitat de refugio a numerosas especies autóctonas silvestres. La marca Casona La Lloraza es un ejemplo perfecto, por tanto, de cómo tradición y sostenibilidad pueden ir de la mano en un proyecto agroganadero.
El primer producto que se ha comercializado bajo la enseña Casona la Lloraza, presentado en mayo del pasado año, ha sido la faba 100% asturiana, de variedad Andecha (Granja Asturiana), producida bajo estrictos estándares de calidad, y que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida Faba Asturiana. Esta faba se cultiva en una extensión de más de cuatro hectáreas de terreno, lo que la convierte en una de las mayores superficies de plantación de faba de la Granja en Asturias.