Bodegas Riojanas presenta un nuevo vino de Garnachas Viejas del Alto Najerilla: MONTE REAL GARNACHA.
La marca Monte Real nació en 1933 a partir de la determinación de Bodegas Riojanas para elaborar vinos de terruño, filosofía que rompía con las convenciones establecidas de la época y que hoy sigue siendo simiente de las creaciones más innovadoras, como el nuevo MONTE REAL GARNACHA.
Al igual que con los primeros Monte Real, su propósito es poner en valor un viñedo especial y seguir rompiendo moldes de la única manera que Bodegas Riojanas conoce: A través de un vino que traslade el terruño a la copa y se atreva a marcar la diferencia.
Con este objetivo, Bodegas Riojanas escogió una pequeña parcela de cepas viejas de Garnacha de Manjarrés, localidad del Alto Najerilla, zona en la que viticultores visionarios han mantenido durante décadas sus viejos viñedos de Garnacha. El pequeño viñedo está situado a 700 metros de altitud, lo que ayuda a paliar los efectos del cambio climático en los vinos y da tiempo a las uvas de estas cepas viejas de Garnacha a madurar lentamente, procurando factores determinantes como, por ejemplo, intensidad, profundidad, buena acidez y expresión frutal.
Si la ambición de reflejar la expresión del terruño es el denominador común de todos los Monte Real, MONTE REAL GARNACHA tenía que buscar el factor diferencial, que encuentra igualmente en el viñedo, ya que es el primer monovarietal de Garnacha de la marca.
La personalidad original del contenido debía reflejarse también en la imagen exterior, por lo que el nuevo Monte Real se presenta de forma diferente al resto de sus vinos. Como el que fue estandarte de la evolución de la marca con su llegada al mercado a finales del año pasado, Monte Real Cuvée, la imagen de MONTE REAL GARNACHA es atrevida, alegre, novedosa, en línea con las demandas del consumidor actual. Los únicos elementos invariables son la botella con forma de estilo borgoñón, así como la corona, la tipografía típica de Monte Real, y el nombre de Bodegas Riojanas como garantía de autenticidad y calidad.
De finos taninos, fruta golosa, frescura y amabilidad en nariz y en paladar, este vino singular de Garnachas Viejas del Alto Najerilla es la confirmación de que la innovación sólo es posible con valores atemporales, como la tierra, y la capacidad de cambio que proporcionan 130 años de historia.
(PVP: 15 Euros)