Cuando el camino de dos empresas relevantes en su sector se cruzan, sólo pueden surgir resultados extraordinarios. Éste es el caso de Orsero y Zafferania, marcas de referencia en frutas y azafrán respectivamente, que se han unido junto con La Madre de Miren, una pequeña marca totalmente artesanal dedicada a la elaboración tradicional de mermeladas, compotas y chutneys en pequeñas producciones, para lanzar la primera mermelada de piña elaborada con azafrán DOP La Mancha. En ella han conseguido aunar a la perfección la textura especial que proporciona la fibra de la piña y el característico toque del oro rojo, unión que le aporta al producto final un sabor único y excepcional.
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Este sabor lo han conseguido a través de una exclusiva receta a base de piña fresca, azafrán, azúcar de caña y agar-agar. Su proceso de elaboración puede parecer sencillo, pero precisa de un mimo y una atención completas a la hora de preparar la mermelada. Así, todos los ingredientes son cocinados a fuego lento durante 20/30 minutos. Tras ello, se tritura toda la mezcla y se le añaden unas hebras extra de azafrán para darle un punto más de color. La mermelada está disponible en un tarro con capacidad para 180 gramos y se puede adquirir tanto en la web de La Madre de Miren como en un total de diez establecimientos repartidos por Barcelona, Navarra, Málaga, País Vasco y Segovia, especificados en la página, a un precio de cinco euros.
La nueva mermelada es un producto muy polivalente, ya que combina a la perfección tanto con platos dulces como con salados. Es por ejemplo un buen acompañante para postres como la panacota o el flan, o incluso como relleno de un bizcocho casero. En el apartado de platos salados, desde La Madre de Miren ofrecen tres opciones en las que encaja a la perfección, aunque hay múltiples posibilidades más: en un aperitivo de salmón y aguacate con la mermelada, como aderezo de una ensalada de pollo con cacahuetes o para glasear unas costillas de cerdo con salsa hoisín. Platos perfectos para sorprender en las cenas de Navidad.
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