Bodegas Comenge lanza al mercado Jacobus 2012, un vino especial por su origen.
Jacobus 2012 nace en un terreno singular, en un picón de esos pagos de viñedo tradicional que se encuentran en la Ribera del Duero; en este caso en la localidad vallisoletana de Curiel de Duero. Situado entre 863 y 879 metros de altitud, en una ladera con orientación sureste el Pago de las Pinzas contiene un suelo principalmente arcilloso-calcáreo con corros arenosos, perfecto para una viña.
En esa tierra especial, la familia Comenge elabora Jacobus 2012 con un perfecto ensamblaje de uvas: un 90% de Tempranillo que se obtiene del Pago de las Pinzas que hemos mencionado, plantado en 1985, y un 10% de Merlot procedente de 600 cepas plantadas en el año 2000 en el Pago de los Ismas, una preciosa parcela rodeada de monte bajo (encina, roble y plantas aromáticas).
La uva Tempranillo se fermenta en depósito de hormigón con levadura autóctona seleccionada. Los 742 kilos de Merlot que se obtuvieron en la añada 2012 se fermentaron en cambio en barrica abierta. Después se buscó una crianza de 30 meses en barrica francesa de 225 litros de grano extrafino, permaneciendo durante ese tiempo sobre lías puras de la misma levadura empleada en la fermentación alcohólica.
El carácter protector de las lías ha permitido realizar toda la crianza durante dos años y medio, sin la adición de sulfuroso. Una marca más del estilo personal de la familia Comenge: elaboración natural y respetuosa con el medio ambiente. Tras la crianza y el ensamblado, el vino es clarificado con clara de huevo natural antes del embotellado.
Esa cuidada y personalísima elaboración se refleja en la cata: de color rojo picota brillante y capa media alta, destaca una sensación frutal sorprendente; el vino mantiene su carácter original, como si el tiempo se hubiera detenido durante la crianza. Además, al realizarse ésta sobre lías, le aporta untuosidad y elegancia sin perder estructura, una marca propia de los vinos de esta gran familia bodeguera.