La firma toma el porrón clásico, aunque actualizado y mejorado, como icono de esta saga de referencias que muestra el afán
de recuperar las costumbres y recuperar lo ‘viejuno’ en celebraciones como Navidad
Con la Navidad regresan las tradiciones y lo cierto es que, si hacemos recuento, en estas fechas que se avecinan las tenemos a cascoporro. Desde los banquetes familiares o cenas de empresa, pasando por el archiconocido amigo invisible, hasta Papa Noel o su versión más cañí y tardía, los Reyes Magos; estas fiestas son dadas a la diversidad de celebraciones con un denominador común: comer y beber como hilo conductor de las mismas.
Siendo realistas, a la hora de empinar el codo, no hay práctica más consolidada y tradicional que beber con porrón, un hábito festivo y jovial per se, que invita a celebrar en grupo y que, por suerte, está recuperando el fuelle que había perdido estos últimos años. Así pues, la familia de vinos Porrón Molón anima a rescatar esta costumbre para brindar en la celebración familiar -y no tanto- por antonomasia y a regalar a los seres queridos uno de los objetos más emblemáticos de nuestra cultura gastronómica, para así reivindicar el movimiento neobodeguero en unas fechas tan señaladas.
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El Porrón Molón pretende llevarnos de paseo a nuestras raíces vermuteras a partir de cinco referencias, que vienen acompañadas de un porrón pasado por el filtro del diseño. Del mítico artículo insignia de nuestro menaje, la nueva firma de vinos toma la popular forma de compartir y el espíritu auténtico y mediterráneo, que se puede trasladar a cualquier época del año.
A partir de este 2016, ya no será raro ver de nuevo el porrón en nuestras mesas y no solo en verano, sino todo el año, a través de dos propuestas de vino blanco, dos de tinto y un rosado que maridan con cualquier menú navideño que lo valga. Cada una de las cinco referencias -dos de ellas con DO- es un pequeño homenaje a las costumbres que se han erigido alrededor del porrón, un utensilio que -actualizado- acompaña estos vinos en su packaging de venta al público. Sin perder su carácter artesanal, el Porrón Molón cuenta con mejoras aplicadas en su desarrollo, que dan versatilidad a su uso y hacen que la experiencia de beber en porrón sea más fácil y limpia. Así pues, este porrón del siglo XXI surge de la reivindicación del utensilio tradicional, del recuerdo de viejas costumbres, para recuperar uno de los objetos de menaje más viejunos y simpáticos, aunque con una merecida vuelta de tuerca para mejorar algunas de las carencias que siempre ha tenido. ¿Cuáles? Ahora, el porrón cuenta con un corta gotas para evitar manchas, un necesario tapón de corcho, una punta extraíble para limpiarlo bien -que además si quitas este utensilio se convierte en decantador- y está fabricado artesanalmente en cerámica gres, material opaco que permite mantener la temperatura.
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