La primera ginebra en barrica de vermut se sienta a la mesa estas navidades y es 100% solidaria

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  • Bajo el nombre “500 y pico”, Turmeon revoluciona el mercado con un producto único gestado en plena pandemia: una ginebra “confinada” 500 y pico días en una barrica de roble que previamente ha contenido vermut.
  • Se lanza una edición limitada de 180 unidades cuyos fondos irán destinados a la Fundación C.E.D.E.S, entidad que trabaja con personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
  • Además, Turmeon ha involucrado a los usuarios de esta entidad para personalizar el packaging de esta ginebra convirtiendo cajas de madera en auténticas obras de arte.

Ginebra y vermut son desde hoy dos palabras que van a maridar a la perfección. Y es que la primera ginebra en barrica de vermú se sienta a la mesa estas próximas navidades de la mano de Turmeon, marca perteneciente a Bodegas Jaime. Lo hace con una finalidad muy especial (el 100% de los beneficios de esta ginebra irán destinados a la Fundación C.E.D.E.S, entidad comprometida con las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo) y una bonita historia detrás. 

Bajo el nombre “500 y pico”, Turmeon vuelve a revolucionar el mercado presentando un producto único: la primera ginebra “confinada” en vermut. Y es que, durante los largos días de pandemia, una bonita casualidad se gestó en sus instalaciones de Morata del Jalón (Zaragoza): un barril de vermut lleno de ginebra de gran calidad también se había quedado confinado, al igual que toda la sociedad. El resultado: una ginebra de color topacio con reflejos muy brillantes que presenta un aroma muy personal con notas mediterráneas (romero y eneldo), procedentes del vermut, y recuerdos de madera y sherry. 

Una ginebra que resulta muy suave, destacando las sensaciones de uva pasa, melocotón, miel y un bouquet inconfundible por su afinado en barrica que contenía vermut. Además, presenta un final de boca largo y placentero, con matices avainillados, frutos secos y fruta pasificada. En definitiva, una ginebra elegante, fácil de beber y con profundo retrogusto. 

“Después de 500 y pico días esta mezcla había madurado y mejorado tanto, como muchas personas después de la pandemia, que pensamos que esto tenía que salir al mercado con un propósito muy especial”, enfatiza Martín Jaime, gerente de Turmeon. El COVID-19 ha marcado un antes y un después en nuestra sociedad, pero, sin duda, las entidades de carácter social han sido las grandes damnificadas. “Tuvimos claro que el destino de esta ginebra no podía ser otro que el de reparar y cuidar de los que más han sufrido las consecuencias de este aislamiento. Es por eso que todos los beneficios obtenidos de la venta de esta ginebra de primera calidad serán destinados a la Fundación C.E.D.E.S, que trabaja por la igualdad de oportunidades, inclusión y participación activa de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo”, enmarca Martín Jaime.  

Y es que, además de destinar todos los beneficios al proyecto de la fundación, Turmeon ha involucrado a esta organización en el desarrollo de parte del producto: los usuarios de C.E.D.E.S han personalizado el packaging de esta ginebra convirtiendo cajas de madera en auténticas obras de arte. Gracias a un taller artístico realizado en la entidad social, esta bebida contará con seis ilustraciones diferentes que decorarán cada una de las unidades de esta edición especial.  “El impacto de esta pandemia lo hemos sufrido de manera muy especial en las organizaciones sociales. E, iniciativas como esta, nos han devuelto esa dosis de ilusión y apoyo social que necesitamos para seguir adelante con nuestros proyectos. Esta aportación será una importante contribución para reanudar los proyectos que tuvieron que paralizarse, como el de una nueva residencia para jóvenes y adultos con grandes necesidades de apoyo”, indica Teresa Muntadas Peiro, directora de Fundación C.E.D.E.S.