Glenmorangie presenta Bacalta, un whisky único y complejo con todo el sabor del sol y el vino de Madeira

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La agradable calidez de los días largos y calurosos ha inspirado el último lanzamiento, de edición muy limitada, de la codiciada “Private Edition” de Glenmorangie. Esta galardonada colección de raros y sorprendentes whiskies de malta invita a los conocedores del whisky a explorar la pasión por la innovación de la destilería de las Highlands Escocesas propiedad del grupo LVMH. Ansiosamente esperado por los aficionados para 2017, llega la octava versión, Glenmorangie Bacalta – el primer Glenmorangie madurado enteramente en barriles de Malmsey Madeira tostados al sol.

Glenmorangie Bacalta, que traducido del gaélico escocés significa horneado, ha sido sometido a un proceso único de maduración extra. El acabado personalizado de Malmsey Madeira revela un carácter complejo que irradia dulzura.

La inspiración para esta sorprendente edición limitada empezó a gestarse hace ya más de 20 años, con el lanzamiento de Glenmorangie Madeira Finish, el primer whisky madurado en barrica de Madeira. Su carácter gustó tanto a los aficionados, que todavía se busca entre coleccionistas. Glenmorangie anhelaba continuar su innovación con las barricas de Madeira. Sin embargo, sólo los mejores barriles sirven – y rara vez están disponibles…

Para el Dr. Bill Lumsden, Director de Destilación, Creación de Whisky y Whisky Stocks de Glenmorangie, el recuerdo de esa expresión perduró. Decidido a convertir en realidad su visión del Glenmorangie perfecto en barrica de Madeira, aprovechó la experiencia adquirida con los años de trabajo pionero de la destilería para mejorar la gestión del barril. Primero, el Dr. Bill dispuso que los barriles de roble americano fueran fabricados a medida y fueran sometidos a un proceso de tostado.

Las barricas se sazonan con el vino Malmsey – el más dulce y preciado de los vinos de Madeira – que es previamente madurado en el interior de los barriles ayudado por el calor del sol de Madeira. Estas barricas son vaciadas, enviadas a Escocia y se llenan del whisky especialmente seleccionado, ya madurado en barriles ex-bourbon. Los barriles de Malmsey aportan capas de la dulzura del sol al Glenmorangie Bacalta.